Hay que destacar
que tenemos que estar pendiente de la forma en la que los niños escriben y
corregirles lo más rápido posible, porque, a la larga, nos encontramos con “manías”
difíciles de quitar o suavizar.
Por último, el
hecho de que haya tantos niños con estos problemas de escritura, nos hace
reflexionar y plantearnos que hay algo que estamos haciendo mal. Esto nos lleva
a pensar que tendrían que bajar las ratios de alumnos por profesor para que
este pueda dedicarle más tiempo a cada alumno y se pueda centrar más en su caso
individual o, en su defecto, poner a un profesor de apoyo en cada aula. Además, también creo necesario que a los profesores se nos dé formación sobre grafología y la forma de escribir de los niños y cómo corregir ciertas conductas erróneas a la hora de escribir.
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